4, como los Jinetes
Desde el sábado a hoy... Bueno, digamos que no es que me haya pasado un poquito de todo, pero he tenido momentos bastante malos y otros bastante buenos. Una pena, porque como mi pequeño equilibrio ha estado dando vueltas toda la puta semana, la tranquilidad que casi consigo el viernes se me ha escurrido entre los dedos y se me ha roto en el suelo. Estoy cansada de pelearme conmigo misma. Pero no lo puedo evitar.
Pero bueno, vayamos a las cosas buenas. El sábado pasado fue un día de esos que te quedarías en la cama. Dormí fatal, me desperté peor, en el curro estuve doce horitas a tope, vino un gilipollas a amargarme más el día y para redondear la noche mi pequeño móvil decidió que lo más mejor era tirarse de cabeza al fregadero, que tenía agua, claro. Más adelante me comporté como una gilipollas, pero como es otra de mis luchas internas ahí se va a quedar :P Pero bueno, siguiendo con el asunto del móvil, a mitad de semana le ha dado por resucitar, sin perder ningún número ni nada, así que al final, ha estado hasta bien.
La segunda cosa buena es que por fin soy naranja. Naranja Radiactivo Chungo, creo que se llama. Porque el color hace daño a los ojos, es una pasada. Estaba muy nerviosa, Plumita (el pobre hombre al que le he estado dando la chapa para que me ayude todos los putos días) no podía venir y casi tengo una crisis nerviosa allí mismo en el vestuario xD. Menos mal que Cosmopolita pudo venir y pude practicar un poco. En la clase no dí una, me mareé y cuando me tocó el exámen... Txus fue misericorde, para variar, porque estaba como un puto flan.
La tercera cosa buena es que aunque no se nota en exceso, he bajado algo de peso. Más que nada porque puedo meter el culo en una 42 y las 44 que tengo se me medio caen. Me jode un poco, porque hace no demasiado me compré ropa... de la talla 44, con lo que ha sido un gasto divertido. Pero bueno. Tuve un par de días consumistas, pero necesitaba renovar mi vestuario, tanto interno como externo, así que no me parece tan mal. Aunque debería ahorrar, lo sé.
La cuarta cosa buena fue el jueves en Bakio, con mi Fruto Seco y con Cosmopolita. Por la mañana, casi casi nada más llegar nos fuimos a la playa directamente y por ende, al agua. Donde estuvimos a remojo... yo que sé, ¿2 horas? ¿3? Una maravilla, me encanta el agua, me encanta nadar y me encanta hacer el gilipollas :D. Después fuimos a secarnos al sol, dónde una vez más me quemé; aunque esta vez la pechuga en vez de la espalda. Luego fuimos a comer, donde la típica situación de Camarero, hay una mosca en mi sopa se hizo realidad, aunque en el plato del Cosmopolita y con unos macarrones xD. Luego éste marchó dejándonos al Fruto Seco y a mí una tarde de más sol y un par de helados :P
Y así en principio pues se me han acabado las buenas noticias y de las malas, no me apetece hablar. Son muy mías y estoy digiriéndolas aún. Es horrible saber que estás cabreado contigo mismo. ¿A quién le puedes hechar la culpa?
Pero bueno, vayamos a las cosas buenas. El sábado pasado fue un día de esos que te quedarías en la cama. Dormí fatal, me desperté peor, en el curro estuve doce horitas a tope, vino un gilipollas a amargarme más el día y para redondear la noche mi pequeño móvil decidió que lo más mejor era tirarse de cabeza al fregadero, que tenía agua, claro. Más adelante me comporté como una gilipollas, pero como es otra de mis luchas internas ahí se va a quedar :P Pero bueno, siguiendo con el asunto del móvil, a mitad de semana le ha dado por resucitar, sin perder ningún número ni nada, así que al final, ha estado hasta bien.
La segunda cosa buena es que por fin soy naranja. Naranja Radiactivo Chungo, creo que se llama. Porque el color hace daño a los ojos, es una pasada. Estaba muy nerviosa, Plumita (el pobre hombre al que le he estado dando la chapa para que me ayude todos los putos días) no podía venir y casi tengo una crisis nerviosa allí mismo en el vestuario xD. Menos mal que Cosmopolita pudo venir y pude practicar un poco. En la clase no dí una, me mareé y cuando me tocó el exámen... Txus fue misericorde, para variar, porque estaba como un puto flan.
La tercera cosa buena es que aunque no se nota en exceso, he bajado algo de peso. Más que nada porque puedo meter el culo en una 42 y las 44 que tengo se me medio caen. Me jode un poco, porque hace no demasiado me compré ropa... de la talla 44, con lo que ha sido un gasto divertido. Pero bueno. Tuve un par de días consumistas, pero necesitaba renovar mi vestuario, tanto interno como externo, así que no me parece tan mal. Aunque debería ahorrar, lo sé.
La cuarta cosa buena fue el jueves en Bakio, con mi Fruto Seco y con Cosmopolita. Por la mañana, casi casi nada más llegar nos fuimos a la playa directamente y por ende, al agua. Donde estuvimos a remojo... yo que sé, ¿2 horas? ¿3? Una maravilla, me encanta el agua, me encanta nadar y me encanta hacer el gilipollas :D. Después fuimos a secarnos al sol, dónde una vez más me quemé; aunque esta vez la pechuga en vez de la espalda. Luego fuimos a comer, donde la típica situación de Camarero, hay una mosca en mi sopa se hizo realidad, aunque en el plato del Cosmopolita y con unos macarrones xD. Luego éste marchó dejándonos al Fruto Seco y a mí una tarde de más sol y un par de helados :P
Y así en principio pues se me han acabado las buenas noticias y de las malas, no me apetece hablar. Son muy mías y estoy digiriéndolas aún. Es horrible saber que estás cabreado contigo mismo. ¿A quién le puedes hechar la culpa?
Etiquetas: fiesta, freak, personal e intransferible
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