Sexo
Sexo. Bonito palabro. Todo lo que evoca, todo lo que nos recuerda en unos casos y todo lo que nos gustaría alcanzar en otros. Es curioso cómo una palabra tan simple nos ocupa tanto tiempo en la mente, cómo nos puede provocar tantos quebraderos en la cabeza, cómo puede catalogar a la gente, cómo puede cambiar tanto a las personas. Sexo. ¿De verdad una palabra de dos consonantes y dos vocales puede hacernos pensar tanto? Bueno, con “Amor” también pasa...
El sexo, no como palabra ya, si no como concepto, también es simple, mecánico. La gente, los humanos, las personas, sin embargo, le cargamos de connotaciones, de sensaciones que poco tienen que ver. No sé si para sentirnos mejor, para creer que somos mejor que el resto de seres que follan o porque en realidad a todo le buscamos algo que vaya más allá, pero así es. Se supone que todo tiene que estar bien amarradito a los sentimientos, que todo debe estar puesto y ordenado, que si no, es sucio o algo así.
De lo que puedo estar segura es de que para mí, el sexo es una diversión más, sin mayor trascendencia, algo instintivo y animal, con lo que, además, disfrutas. Claro que la cosa cambia cuando hay pareja, o al menos amor; te sientes más unido a esa persona, es como estar en simbiosis con él/ella, te entregas, blablabla. Pero yo no pretendo hablar de eso. Esa bonita sensación de que por fin estás dónde tienes que estar pocas veces se da. Yo hablo del sexo ocasional, del sexo entre amigos, del sexo por equivocación, del sexo sucio e instintivo. Ese que buscas sin ninguna garantía de amor después.
¿Por qué la gente se empeña en criticarlo? ¿Qué demonios tiene de malo? ¿Eh? Son las malditas connotaciones, los putos “se supone que...” “no deberías” “esto no está bien” Y demás sandeces. Nadie te mirará raro si les dices que has quedado con una amiga para hacer crucigramas para pasar la tarde. Pero si les dices que has quedado con un amigo porque teníais ganas de sobaros pondrán el grito en el cielo. Te felicitarán cuando les digas que has salido de copas con tu gente y que has bailado como una loca. Pero si les dices que has conocido a alguien y te lo has zumbado, a tus espaldas dirán lo que ya te han dicho con la mirada: que eres un zorrón.
Y esto me carga y me jode, porque me molesta muchísimo que amigas mías, por ejemplo, no puedan hablar con toda la libertad que deberían acerca de lo que hacen o dejen de hacer, tanto por sus propios remilgos impuestos como por la condenación de los demás. Yo no me incluyo porque a mi me la come lo que el resto pueda decir o soltar acerca de mi. Probablemente sea cierto, además ^_____^
Por eso, yo animo a todo al mundo a gritar ¡¡HE FOLLADO PORQUE SÍ!! ¡¡ME HE TIRADO A MENGANITO/FULANITA!! ¡¡Y ME HA GUSTADO!! Coño, que no cuesta tanto :P
El sexo, no como palabra ya, si no como concepto, también es simple, mecánico. La gente, los humanos, las personas, sin embargo, le cargamos de connotaciones, de sensaciones que poco tienen que ver. No sé si para sentirnos mejor, para creer que somos mejor que el resto de seres que follan o porque en realidad a todo le buscamos algo que vaya más allá, pero así es. Se supone que todo tiene que estar bien amarradito a los sentimientos, que todo debe estar puesto y ordenado, que si no, es sucio o algo así.
De lo que puedo estar segura es de que para mí, el sexo es una diversión más, sin mayor trascendencia, algo instintivo y animal, con lo que, además, disfrutas. Claro que la cosa cambia cuando hay pareja, o al menos amor; te sientes más unido a esa persona, es como estar en simbiosis con él/ella, te entregas, blablabla. Pero yo no pretendo hablar de eso. Esa bonita sensación de que por fin estás dónde tienes que estar pocas veces se da. Yo hablo del sexo ocasional, del sexo entre amigos, del sexo por equivocación, del sexo sucio e instintivo. Ese que buscas sin ninguna garantía de amor después.
¿Por qué la gente se empeña en criticarlo? ¿Qué demonios tiene de malo? ¿Eh? Son las malditas connotaciones, los putos “se supone que...” “no deberías” “esto no está bien” Y demás sandeces. Nadie te mirará raro si les dices que has quedado con una amiga para hacer crucigramas para pasar la tarde. Pero si les dices que has quedado con un amigo porque teníais ganas de sobaros pondrán el grito en el cielo. Te felicitarán cuando les digas que has salido de copas con tu gente y que has bailado como una loca. Pero si les dices que has conocido a alguien y te lo has zumbado, a tus espaldas dirán lo que ya te han dicho con la mirada: que eres un zorrón.
Y esto me carga y me jode, porque me molesta muchísimo que amigas mías, por ejemplo, no puedan hablar con toda la libertad que deberían acerca de lo que hacen o dejen de hacer, tanto por sus propios remilgos impuestos como por la condenación de los demás. Yo no me incluyo porque a mi me la come lo que el resto pueda decir o soltar acerca de mi. Probablemente sea cierto, además ^_____^
Por eso, yo animo a todo al mundo a gritar ¡¡HE FOLLADO PORQUE SÍ!! ¡¡ME HE TIRADO A MENGANITO/FULANITA!! ¡¡Y ME HA GUSTADO!! Coño, que no cuesta tanto :P
P.D. Ni yo misma tengo una razón lógica para escribir este post; simplemente me he puesto a pensar, y desde “Joer, que hambre tengo” hasta esto :P.
Etiquetas: personal e intrasferible
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