Sin Más

Es que me apetece escribir. Pero tampoco tengo sobre qué. Podría ponerme a rebuscar intricados pensamientos; incluso podría tirar de recientes conversaciones etílicas acerca de la felicidad. Pero supongo que bastante se me aguanta ya cuando me da el puntazo psicofilosófico como para forzarme a ello. La cosa es que tampoco quiero hablar sobre cosas superficiales. Es como cuando quedas con alguien para tomar un café y le has visto el día anterior: Te apetece hablar con él y estar con él, pero no tienes nada que contar, porque ya te has contado todo. Creo que ya he contado bastante, pero me apetece escribir por escribir.

Podría hablar sobre últimos acontecimientos de mi pasado. Que sé que suena contradictorio, pero a veces el pasado se empeña es ser una sombra en el presente y no te deja en paz. Pero es que son demasiado turbios, demasiado desagradables. Además, me aumentan las ansias asesinas en gran medida. Tema descartado.

Podría hablar sobre un círculo en el que me encuentro metida hasta la cintura. Un círculo que amenazaba con convertirse en espiral y sumergirme hacia abajo, ahogándome, sin dejarme salir. Pero es que es demasaido personal, demasiado íntimo. Además ya estoy dando los primeros pasos para salir de él, es una tontería escribir sobre algo que está empezando a no tener la importancia que tenía. Tema descartado.

Podría hablar sobre el yo-yo de peso que he tenido este último mes, del dolor de estómago y los mareos, de la falta de voluntad para hacer dietas. Pero es que es demasiado tonto, demasiado pueril. Además, por mucho que me queje, nunca consigo hacerme caso ni a mi misma; poco voy a solucionar así. Tema descartado.

Podría hablar sobre la suerte que tengo, sobre los lazos que me unen a gente maravillosa. Porque me resulta íncreible el echo de haber encontrado gente tan buena que esté a mi lado. Y que se lo pasa bien conmigo. Pero es que es demasiado ñoño, demasiado habitual últimamente. Además, tengo un poco de miedo; si lo sigo repitiendo, igual se rompe. Tema descartado.

Podría hablar sobre mi exámen de aikido, a naranja. Sobre que no tengo ni puta idea y sobre que si lo apruebo será por gracia y ganas de Txus, no por otra cosa. Pero es demasiado largo, demasiado importante como para dedicarle unas pocas líneas. Además, tengo que buscar y ejercitar toda la información que pueda encontrar para hablar de ello con precisión. Tema descartado.

Enfin. No me he quedado a gusto, aunque algo haya escrito. La cosa es que puedo escribir, qué poner y cómo: Si ponerlo todo claro o escribirlo entre líneas, si hablar de tonterías o de temas más profundos, si luchar contra el egocentrismo propio o exaltarlo. No sé. Podría hablar de muchas cosas. Pero son demasiadas. Además, no sé ni como ponerlas. Tema descartado.