Carnavales II

Bueeeno... Pues sí, tuve segunda ración de carnavales... que no he comentado hasta hoy porque... Bueno, el domingo estaba catatónica, el lunes no tuve Internet y ayer tampoco tuve hueco para poneros nada :P

La tarde empezó bien, con las pequeñas locas y mi persona jugando a rol (Si yo no puedo liarme con quien quiero, que al menos lo haga mi PJ, ¿verdad chicas xD?) para ir poco después con mis compañeras de clase a “cenar” por ahí vestidas de policías (oouh yeah!). Aunque ya estoy mayor para estos trotes... El caso es que éramos impares y a mí no se me ocurrió mejor idea que “Bah, ya me pido yo una jarra y el resto os pilláis una para cada dos”. Craso error. Y podría haberla pillado de yo que sé... cualquier cosa medianamente suave... pero no... Enarita bocachancla (ya os pseudoexplicaré esto después xD) se cogió una jarrita (es decir, una botella y media casi) de vodka con naranja (¡Con una mísera botellita de Kas naranja!).

Cuando el alcohol empezó a hacerme efecto tuve una amena charla con la Ensalada, acerca de la felicidad y de sus formas. Yo sostenía que en mi visión de la felicidad no hace falta ser la protagonista completa de esa felicidad; si la gente que me importa es feliz, no me importa que luego se me deseche. Sé que suena un poco... denigrante, pero visto lo visto (los borrachos no mentimos xD) así es. Se lo dije a ella, y se lo dije al Fruto Seco, yo no necesito ser un fin para... para que seáis felices, con ser un medio me vale. Si a mi lado estáis contentos pues perfecto ^^, pero si sólo me necesitáis para un rato y habéis logrado ser importantes para mí, llegará un punto en que estaré feliz si vosotros lo estáis. Lo sé, debería valorarme más y bla bla bla... pero bah, me es igual.

Más tarde, totalmente mareada (utilicemos este bonito eufemismo) creo que llamé... o me llamaron... o salieron de detrás de una seta, no sé xD, a la Comesuelos y al Árbol, que al rato aparecieron. Me dormí encima del segundo, traté de enviarle un sms (de una forma bastante patética, por cierto xD) al Cosmopolita, creo que también avisé a Rockstone y llamé (de esto SÍ me acuerdo) a Cosa, al Postre y a Watachan. Llegando el punto álgido de la noche, dónde utilicé mi ultra poder de Bocachancla y solté unas cosas... que me había prometido guardarme para mí y que gracias al cielo no han repercutido en una huida que, sinceramente, me tendría merecida. Perdón, en serio... ¡Yo no quería! ¡¡Y menos de esa forma tan patética!!

Y aprovechando el tirón, recriminé ciertas cosas, pregunté otras tantas y deje que el alcohol abandonara mi cuerpo de la forma más fácil posible... Al final, hacia las... ¿cuatro? ¿cinco? Estaba cansada, pero al menos medianamente sobria. Después de reencontrarme con las partes desperdigadas del cuerpo de policía y perseguir de forma infructuosa a un escocés para Watachan, cada uno nos fuimos para nuestro nido: Las locas en tren y el Cosmopolita y mi persona con una caminata hacia el lindo metro.

Cuando subí a mi casa, y bajo una falsa apariencia de tranquilidad me derrumbé en la cama, despertándome a las dos del mediodía por una oportuna llamada del Fruto Seco. Después de una ducha que debería haber sido reparadora me encaminé al casa del presidente, a esperar al resto de miembros de la junta (aunque el de la X faltó) para cotejar lo que se debe hacer para Tarasu. Una lástima que yo me muriese en el Sofá Orgásmico del Cosmopolita y no me enterase de nada... XD Cuando volví a mi casa, sobre las diez, caí rendida de nuevo, durmiendo unas doce horas del tirón. Lo dicho... que estoy vieja ya xD