C'est fini

Pues ante todo, muchas gracias por haberme leído tanto tiempo. Y digo gracias, principalmente porque sé que la mayoría de cosas escritas aquí han sido un verdadero coñazo. Pero bueno, esto se acaba. Todo tiene un principio y un final, y este blog ha llegado a su cénit. Por diversas cosas que han ido pasando. Que me han ido pasando.

No volveré, resucitar a los muertos tiene consecuencias no muy buenas. Todo jugador de rol sabrá algo del tema :D. Puede que me pase al papel. Si alguien quiere saber algo de mí, con preguntarme directamente valdrá. Lo más probable es que conteste, y con sinceridad.

La verdad es que no queda mucho por decir. Sólo espero que hayáis disfrutado con estos pedazos de mi vida tanto como yo. Hasta las noches más oscuras tienen que amanecer, hasta los trozos más desagradables acaban pasándose. Por eso me gusta pensar que lo aquí escrito, aunque muchas veces haya sido tirando a desagradable, ha sido más que nada eso: pasajes que he querido compartir para regocijo vuestro y mío. Gracias de nuevo.

Con mucho cariño, Enara.

Perspectiva

O algo. La verdad es que estoy un poco a trozos. Ni mal, ni bien. La losa de mi estómago ahí anda, claro, tirando de mí hacia abajo. Pero por otro lado, incomprensiblemente, mantengo algo de esperanza. La verdad es que es raro. Muy raro. Es como mezclar patatas fritas con mermelada. Que es un sabor que no está mal, pero que ni me gusta ni odio. Siempre igual, en el puto medio XD

Por otro lado, como siempre también, he estado pensando un poco. Trato de no intentar comprender a la gente de mi alrededor, pero no puedo. Es un vicio que no puedo dejar. Las personas son como pequeños rompecabezas que tengo que ensamblar, sí o sí. ¿Qué pasa con eso? Pues que a veces hay piezas escondidas, piezas que no ves. Y claro, el puzle se te va a la mierda. Y no es que seas malo resolviendo puzles, es que si faltan cachos no puedes inventártelos. O sí, pero eso se va a derrumbar.

Otra cosa que me resulta… Curiosa. Como ya no tengo seguridad en mí misma, pues acabo por no relajarme del todo. Es el miedo de que la situación X en la que esté va a desvanecerse y a dejarme ahí, abrazada a la nada. Y estoy en tensión constante. Y así claro, no disfruto del momento, pero como no es lo suficientemente malo tampoco puedo parar la situación. Como punto a contemplar también está mi pequeño trozo de masoquismo, que llevo ahí, bordadito XD.

En fin, qué le vamos a hacer. Más novedades dentro de poco, supongo XD

Digamos que...

Digamos que un día, quedas con una amiga. Pero que hay un malentendido con esa amiga. Que pasas por un sitio a recoger unas cosas. Pero la cosa se alarga más de lo esperado. Que tienes que avisar en tu casa. Pero que te has dejado el móvil en otro lado. Y gracias al malentendido, al tiempo que se ha pasado más de lo esperado y al móvil dejado en otro sitio, todo se embrolla muchísimo. Cabreando a tu amiga que ha tenido que esperar una hora en la calle. Cabreándote tú, por ser idiota y dejarte el móvil en otro lado. Y sobre todo, cabreando a tu familia, que se ha preocupado.

Y cuando llegas a casa, te sueltan algo maravilloso y perfecto, en semana santa, te vas con otra parte de esa familia preocupada. Parte que saben que no es que odies, claro, pero que a gusto no estás. Porque da igual si aquí y ahora eres un muro de contención que impide que se chillen (canalizando todos los errores hacia ti), que tengas que estar a cada minuto diciendo dónde y con quién estás. Aquí vives mejor y lo sabes.

Por lo que de elegir, me marcho de casa, sí. Pero me marcho de verdad. A otra casa, pagando. Así que voy a dejar ciertas cosas en el tintero, que espero poder retomar en un tiempo. Y claro, cuando encuentre lo que tengo que encontrar (trabajo y casa), que espero que sea antes de semana santa, en plan ya, las conexiones a internet probablemente se vean interrumpidas. Si no me veis por aquí o por Messenger… Os sigo queriendo, pero es que los dineros no me van a dar para todo XD

JA

Quemada, jodida, de mala hostia, hasta los huevos.
Voy a explotar, a mandar todo a tomar por culo.
Porque estoy hasta los cojones.

Hasta los cojones de los egoístas que se divierten teniéndome detrás.
Hasta los cojones de que parezca que todo lo que toco se vuelve una mierda.
Hasta los cojones de estar detrás de la gente, para ver si hay cosas que se solucionan o no.
Hasta los cojones de ciertas miradas de reproche.
Hasta los cojones de morderme la lengua.
Hasta los cojones de gente que me utiliza de muro de contención y ya está.
Hasta los cojones de ceder, de preocuparme.
Hasta los cojones de las llamadas de rigor, sólo para acusarme de cosas.
Hasta los cojones de ser la mala de la película.
Hasta los cojones de tener que cortar mis comentarios.
Hasta los cojones de las falsas esperanzas.
Hatsa los cojones de esperar.
Hasta los cojones de las patadas metafísicas.
Hasta los cojones de fiarme.
Hasta los cojones de no aprender.
Hasta los cojones, y punto.

Un mes

Un mes, casi casi. La verdad es que no quiero escribir, no me apetece. Sólo os dejaré una frase, que más menos engloba mi estado anímico actual:

¿Oyes...? ¿Oyes eso? Son las pisadas de mi esperanza. Pero no te preocupes, mi tristeza está con ella y también se va.

Tjo Tjo

Los personajes de mi cabeza molan más x3

Vale, lo confieso. yo también he caído en esta puñetera saga. ¿Y por qué? Pues porque mi pequeña Fruto Seco es una lianta, y después de asegurarme que era una historia de amor buena, que me gustaría y demás... pues me picó la curiosidad. Y de repente me encontré metida hasta el cuello en una serie de libros que repudié desde que leí la reseña de Crepúsculo. Ja-ja, qué divertido.

El caso es que los personajes son planos, la historia es insulsa y fantasiosa, la protagonista es idiota completa y rematadamente y la narración es de lo más simplón. Pero tiene un nosequé queseyo que hace los libros atractivos, y tan pronto como te has acabas uno quieres saber cómo continúa, desesperándote cuando algo les sale mal, y sufriendo cuando hay más de tres páginas de felicidad (más que nada porque sabes que cuanta mayor felicidad, peor será el golpe XD). No quiero meterme en spoilers y demás, sólo diré que el nombre de la niña es lo puto peor del mundo. Si lo leéis lo comprenderéis xD.

Por otro lado, y ya metiéndome en terrenos más personales... ¡Yo quiero un Jacob Black! Que todo el mundo con el chupasangres cuesta arriba y cuesta abajo... Pobre lobito meu >3<. Me gusta el personaje, es mucho más normal que el resto juntos XD. No sé por qué la gente le odia a él, la petarda es Bella que no deja de... No quiero hacer spoilers, he dicho xD. Bueno, el caso es que mucha gente le tiene tiña, y él solo tiene culpa de enamorarse de quien no debe cuando no debe.

Enfin... Que es un asco XD

♫♫♪ チック タック... ♫♫♪

Tick, tack. Tick, tack. Y el tiempo pasa, marcándonos el ritmo. Y aunque es inevitable, a mí me cansa.

Ay

Creo que tengo un desorden de personalidad, or something like this. ¿Por qué? Porque últimamente tengo tales cambios de humor y de ideas que no estoy al 100% segura de ser la misma persona todo el rato. Si ayer hablaba de mala hostia, hoy podría hablaros de que bello es el mundo, por ejemplo. Cierto es, que previa a este post, he tenido una conversación que me ha dejado bastante agusto, pero aún así no es ni medio normal.

No sé, mi vida siempre ha sido harto surrealista, pero últimamente (digamos que de... un par de años a esta parte) se está volviendo de una extrañeza subida. Raro, raro. Todo gira, se desvirtua, se cambia, se mezcla y chán, vuelve a ser igual, en el mismo rumbo, lineal. Y poco a poco me estoy volviendo loca. No en plan divertido, si no loca de atar; de ésas a las que los ojos se les salen y echan espumarajos por la boca.

Y ni si quiera sé que demonios trato de escribir, porque me estoy enmarañando en pensamientos inconexos que pese a tener un fondo común son totalmente distintos; como imanes que se repelen. Están hechos de lo mismo, y justamente por eso, no pueden estar juntos. Que miedo me doy a veces XD

Cosas que Pasan

Uhh! Qué bien. No sé, me apetecía escribir, y sin embargo... No sé ni qué decir. Últimamente ando un poco irascible. Bueno, poco es un eufemismo. Pero queda más bonito así. Esta situación, aunque distinta, se parece a la que tuve en verano. Y no me gusta un pelo. Aunque sé, de manera un tanto instintiva, que no voy a reaccionar igual.

Tengo la sensación de que, como en verano, mis cartuchos de paciencia se están agotando. Mis vasitos particulares se están volviendo a llenar y amenazan con romperse otra vez. La sutil diferencia radica en que esta vez no pienso deprimirme. No me da la gana, simplemente. Voy por el camino de la ira y la furia (aunque así escrito suena un tanto rimbombante xD), más que nada porque suele ser más productivo.

No sé qué cúmulo de factores me está llevando por este camino. Sé que hay uno que predomina, el de siempre. Y por eso mismo, porque ha pasado a ser el de siempre, me estoy empezando a cansar. De la situación, de mis actos y de arrastrarme por el suelo. Que parezco idiota. Lo peor, lo frustrante, es que no puedo evitarlo. Todos mis intentos de cambiar, de sobreponerme, de hacerme valer quizá, se desvanecen al primer cambio de actitud.

Tengo verdaderas luchas internas, con sus facciones definidas que abogan por una u otra solución. En mi cabeza se libran batallas todos los días, se planean estrategias, se montan planes, y de repente ¡puf! todo se desmorona y mi fuerza de voluntad se vuelve a ir por el sumidero. Aunque bueno, por otro lado, esto mismo es "bueno"; aún no estoy cabreada del todo. Pero corro cierto riesgo de volverme totalemente majara XD

Como guinda del pastel, en mi casa, después de un par de meses de paz, vuelven a gestarse tormentas, con comentarios dañinos que hacía demasiado que no oía. Me ha pillado con la guardia baja, incluso ha habido un par de perlas que ha soltado mi abuela que me han dolido, he de reconocer. Me estaba malacostumbrando a la paz. No solo en este campo, ahora que lo pienso. Me he vuelto a fiar de las situaciones que parecían idílicas y claro, la realidad me ha dado en los morros otra vez.

Pero qué le vamos a hacer, sólo es culpa mía por dejarme la armadura sin poner.

Cosas que no me gusta admitir

He empezado esta entrada tres veces. A ver si ahora lo consigo, maldita sea. En fin, me he dado cuenta de que soy más insegura de lo que creía. Además, necesito el reconocimiento del resto en un momento u otro, ser el centro de atención. Me encantan los mimos, los abrazos, los besos, las caricias. Me gusta lo romántico, y no sólo mi romanticismo. No soy capaz de desconectar de algunas cosas. Me da miedo... no, más bien un pánico terrible el ser demasiado pesada o agobiante. Como contrapunto, muchas veces no lo puedo evitar y me agobio por ello. Algunas historias no tienen ni futuro ni solución y no puedo hacer nada. Sé por qué he estado deprimida, al menos en parte. Soy egoísta. Y un poco idiota, un poco bastante. Creo que esta vez, esta última vez, me he confundido y a lo grande. En realidad, no soy mucho de fiar. A veces me pongo celosa sin derecho. Miento y quiero creer que es para no preocupar a la gente, pero no sé hasta que punto.

Y por el momento ya está. La mayoría de las cosas ahí expuestas no me las admito. Otro porcentaje muy pequeño va siendo absorvido y admitido muy poco a poco. Y sé que es extraño que haga una lista escrita en un lugar público, pero así no tendré escapatoria. Ni de mí ni de nadie que pregunte por ellas.