Cositas
¡Ja! ¡Semana santa ha vueltO! Y un año más y gracias a mi anti-dote estupidez, no voy a poder disfrutarla. Ni a ella ni a los Encuentros Rúnicos (esto ya parece una maldición, maldita sea). Dado que he sacado unas notas atroces mi ya escasa libertad se ha visto cruelmente mermada, por lo que dudo muchísimo que pueda si quiera salir en plan bien en toda la SS.
Lo bueno de este ostracismo personal es que tendré todo el tiempo del mundo para ponerme a empollar Historia y Filosofía, dos de las asignaturas que más me cuestan y que tengo atragantadas. La primera por lo coñazo que me resulta y la segunda porque aunque conozco de forma ideal la asignatura, en cuanto tengo que meter fechas o cosas más teóricas la pifio.
Como tercer punto... Necesito un novio ya. Lo sé, lo sé, soy una petarda con este tema, pero es que mi inanición sexual se va volviendo inaguantable por momentos y el universo parece confabularse en contra de mí: mire dónde mire hay parejitas dándose arrumacos y mimos; canal al que cambio, canal en el que sale algo porno; y bueno, que decir de internet... ¡Joder, que no se come delante del hambriento!
Siguiendo con este tema, pero de forma diferente, el proyecto de FuckFriends o Follamigos va bien; otra cosa con la que rellenar mi vacío semanasantil. Es una ONG sin ánimo de lucro (tirada de engañar... mierda, pifia) creada por el Pekeño y por mi persona, semanas atrás, en una charla impregnada del Efecto 3 de la Mañana. De momento tiene pocos miembros, pero ya tengo pseudodiseñado el carnet oficial de Follamigo ^____^
Y así más cositas... ¡Ah! He ido a la peluquería (momento egocentrismo pijoteril total) y me he cortado un poco el pelo, además de hacerme unas cuatro mechas de color cuasiblanco en la capa de abajo. También me ha dado por hacerme un par de trenzas en las patillas, más o menos, aunque tengo que esperar a que me crezca el pelo para que me queden como quiero.
Y ya tá, seguiremos informando desde la caverna de una galliard nocturna. Sé que es un post flojillo, pero tampoco es que tenga mucho que contar...
Etiquetas: personal e intrasferible