Aish. Creo que mi obligación como reno es hablaros un poco de esto. Porque he sido una gotiloli, una japonesa (de 1’75 y pelo pseudorubio, pero eh, japonesa) y un reno. Un reno con la nariz azul, para ser exactos.
En principio todos íbamos a tener yukatas, pero entre la vagueza de uno, el olvido de otros/as, y la falta de tiempo de otra pues nah… Nos encontramos con dos trajes de colegiala talla M (JA JA JA, talla M, sí, pero talla M japonesa…), un yukata femenino (mu bonico), dos masculinos y cinco kigurumis (pijamas enormes de personajes variados, desde hello kitty hasta el macianito de toy story). Aparte, gracias a la Vikinga, el sábado tuvimos dos yukatas más; y entre Mami y yo nos compramos el vestido de gothic lolita que llevé el mismo sábado (me encantaaa^^).
Pues bueno, el viernes por la mañana fuimos cuatro pringados a “montar” el stand que se nos había dado a última hora y a esperar a que el resto de frikis fuesen llegando. Por la tarde, cuando parte de la manada acababa de llegar fuimos a probarnos los trajes, y ahí, justo ahí, fue cuando vimos que no iba (ni yo ni nadie, salvando a Watachan si dejaba de respirar y a Cosa) a entrar ni de coña en los trajes de colegiala. Me dio una pena terrible… Sobre todo porque la otra opción era llevar el yukata. Sí, lloré mucho. Buf, una pasada :D. Después de andar por ahí dando vueltas y sacando fotos, a esperar que los visitantes se fuesen, nos fuimos retirando nosotros, para ir al zubi a cenar.
El sábado, después de estar de compritas con Mami, de una charla escatológica, de que el móvil de Mr.X obviase todas mis llamadas y mensajes y de que el Árbol y Comesuelos perdiesen el tren, volvimos a Amorebieta; esta vez para comer antes que nada en el chino del susodicho pueblo. A la tarde conseguimos embutir a Watachan en nuestro regalo (y digo embutir no porque no le entrase, si no por las vueltas que tuvimos que dar para ponérselo XD), metimos a Mami en el yukata que había llevado yo el viernes y esperamos de gotilolis a que la Vikinga llegase con su salvación yukatesca (palabra que sonaba mejor en mi cabeza, por cierto). Mención especial a la hamburguesería dónde “No vendemos ni hamburguesas ni bocadillos”. Por la noche había “fiesta” friki de la que…sinceramente, huí. Cosa, el Negro, Cucurucho, el Lupus y mi persona nos metimos como pudimos en el coche del segundo y pusimos rumbo a los bilbados. O eso intentamos, vaya, porque Amorebieta es una trampa mortal, dónde puedes entrar…pero difícilmente salir.
El domingo me desperté tarde con un arañazo en la cara y varias uñas rotas, me duché y salí tranquilamente hacia Amorebieta de nuevo, acosando a perdidas a todo el mundo (dado que nadie me contestó XD). Perdí el primer tren por escasos minutos y tuve que esperar media hora T_T. Casualidades de la vida, a medio tren el Queso me llamó y gracias a la canción de Dragones y Mazmorras, un Cucurucho apareció delante de mis narices. Llegamos poco antes de comer y allí que fuimos los sospechosos habituales a elucubrar maldades. A comer en realidad, pero quedaba más bonito de la otra forma. Por la tarde nos tocó ser kigurumis… Cosmopolita de Doraemon, Mami de Hello Kitty, Mr.X de Keroro, Watachan de marcianito y yo de Tonitoni Chopper. Divertido, sí, pero con un calor que te mueres. La verdad es que pasó más bien poco, salvando el caos de recoger todo en veinte minutos para no perder ni tren ni metro :P
Como computo general diré que me lo he pasado bien, que han estado mejor que las del año pasado y que así en general, creo que el resultado ha sido bueno. ¿Que podríamos haber mejorado cosas? Eso es inevitable, claro. Pero buento, también podría haber sido peor :D